viernes, 1 de junio de 2012

El Hipócrita 11


11º*
...destruyéndose a si misma por las desobediencias y negligencias de las responsabilidades que le debe a su Alma el respeto y la obediencia de Amar lo aprendido hace millones de años? Afean deteriorando su propia materia por consiguiente su entorno.

     ¿De qué materia están hechos los hombres de esta tierra que aún del bien sacan el mal y del Amor su propia perdición?
    “Vosotros sois Templo del Espíritu”; aprehendiendo esta Verdad las Almas sienten la voz del Espíritu que iluminándolas por los caminos de las Enseñanzas Divinas les hacen comprender que las leyes sociales, políticas y religiosas (en todos los tiempos) son un tropiezo para no encontrarse a si mismas. Integradas en la participación de un falso mundo. La Luz del Espíritu les allana el sendero para ir conociendo las Virtudes que aprehendiendo en el Libre albedrío, -de lo que sienten de la Verdad y piensan de la mentira-, les provocan sacrificios para la materia gobernadas por las energías del Hipócrita-mentiroso (cobardes por excelencias), esforzándose el Alma para desarrollar el Valor.

     Dentro de este mundo la Luz del Valor les va enseñando en las relaciones sociales a ser misericordiosos y piadosos. De la Luz de la Verdad va aprehendiendo que no pueden realizar ningún mal porque las Virtudes les protegen; mientras continuarán viviendo que el sufrimiento ocasionado por los que sienten hacer mal; piensan por medio de sus razonamientos e inteligencias que está equivocado. El orgullo y la soberbia les aconsejan a ser arrogantes  prepotentes, sin darse cuenta que antes usted fue igual aprehendiendo de este  mundo que al guardar silencio no se es cobarde, sino que se tiene desarrollado el Valor del Alma: la Humildad.

     Comprendiendo pues estas Verdades el ser humano movido sólo por los instintos, desarrolla la inteligencia de éstos importándole muy poco la vida de los humanos que habitan en el Planeta.

     Los seres que desarrollan su inteligencia por medio sólo de la razón les importa muy poco la vida que poseen, es decir: su Alma. Porque no respetándose a si mismos   gobernados por la inteligencia del Príncipe del mundo viven bajo el poder del miedo y temor. En cualquier circunstancia de su vida pueden ser instrumentos de las energías que les representan convirtiéndose en pánico, causándoles su propia muerte física.

     Los seres humanos que se esfuerzan en respetarse a si mismos son los que encuentran la Verdad que vive en ellos y es el Espíritu que habita en su Templo, protegiéndolos por las Virtudes que están en su Alma. Muy poco les importa la materia porque sólo la poseen para aprehender de ella alcanzando la Sabiduría del Creador. El Espíritu evolucionará conociéndose en sí mismo la Enseñanza del Maestro cuando dijo:”Mi Reino no es de este mundo”.

     La inteligencia del hombre sabe que la Vida nace dentro de todos los reinos de este Planeta, También comprende que si no respira la Vida moriría ineludiblemente, igual que dejarían de existir las materias de los reinos inferiores.

      La Vida Creada por nuestro Padre Celestial habita tanto en nuestro interior como fuera, lo que significa: la Luz está en nosotros mismos llámese Espíritu y está fuera para aprehender: primero, a multiplicar su Luz al purificarse por medio de las Enseñanzas Divinas; segundo, a aprehender por la misma Luz como nuestro Padre ha Creado el Planeta y tercero, al cabo de los siglos es nuestro propio Espíritu quien seguirá instruyéndose del Amor que él siente de la Sabiduría que el Creador ha puesto en el Universo.

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