11º*
...destruyéndose a si misma por
las desobediencias y negligencias de las responsabilidades que le debe a su
Alma el respeto y la obediencia de Amar lo aprendido hace millones de años? Afean
deteriorando su propia materia por consiguiente su entorno.
¿De qué materia están hechos
los hombres de esta tierra que aún del bien sacan el mal y del Amor su propia
perdición?
“Vosotros sois Templo del
Espíritu”; aprehendiendo esta Verdad las Almas sienten la voz del Espíritu
que iluminándolas por los caminos de las Enseñanzas Divinas les hacen
comprender que las leyes sociales, políticas y religiosas (en todos los
tiempos) son un tropiezo para no encontrarse a si mismas. Integradas en la
participación de un falso mundo. La
Luz del Espíritu les allana el sendero para ir conociendo las Virtudes que
aprehendiendo en el Libre albedrío, -de
lo que sienten de la Verdad y piensan de la mentira-, les provocan sacrificios
para la materia gobernadas por las energías del Hipócrita-mentiroso
(cobardes por excelencias), esforzándose el Alma para desarrollar el Valor.
Dentro de este mundo la Luz del Valor les va enseñando en las
relaciones sociales a ser misericordiosos y piadosos. De la Luz de la Verdad va
aprehendiendo que no pueden realizar ningún mal porque las Virtudes les
protegen; mientras continuarán viviendo que el sufrimiento ocasionado por los
que sienten hacer mal; piensan por medio de sus razonamientos e inteligencias
que está equivocado. El orgullo y la soberbia les aconsejan a ser arrogantes prepotentes, sin darse cuenta que antes usted
fue igual aprehendiendo de este mundo
que al guardar silencio no se es
cobarde, sino que se tiene desarrollado el Valor del Alma: la Humildad.
Comprendiendo pues estas Verdades el ser
humano movido sólo por los instintos, desarrolla la inteligencia de éstos
importándole muy poco la vida de los humanos que habitan en el Planeta.
Los seres que desarrollan su inteligencia
por medio sólo de la razón les importa muy poco la vida que poseen, es decir:
su Alma. Porque no respetándose a si mismos gobernados por la inteligencia del Príncipe
del mundo viven bajo el poder del miedo y temor. En cualquier circunstancia de
su vida pueden ser instrumentos de las energías que les representan
convirtiéndose en pánico, causándoles su propia muerte física.
Los seres humanos que se esfuerzan en
respetarse a si mismos son los que encuentran la Verdad que vive en ellos y es
el Espíritu que habita en su Templo, protegiéndolos por las Virtudes que están
en su Alma. Muy poco les importa la materia porque sólo la poseen para
aprehender de ella alcanzando la Sabiduría del Creador. El Espíritu
evolucionará conociéndose en sí mismo la Enseñanza del Maestro cuando dijo:”Mi
Reino no es de este mundo”.
La inteligencia del hombre sabe que la
Vida nace dentro de todos los reinos de este Planeta, También comprende que si
no respira la Vida moriría ineludiblemente, igual que dejarían de existir las
materias de los reinos inferiores.
La Vida Creada por nuestro Padre
Celestial habita tanto en nuestro interior como fuera, lo que significa: la Luz
está en nosotros mismos llámese Espíritu y está fuera para aprehender: primero,
a multiplicar su Luz al purificarse por medio de las Enseñanzas Divinas;
segundo, a aprehender por la misma Luz como nuestro Padre ha Creado el Planeta
y tercero, al cabo de los siglos es nuestro propio Espíritu quien seguirá instruyéndose
del Amor que él siente de la Sabiduría que el Creador ha puesto en el Universo.
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