viernes, 1 de junio de 2012

El hipócrita 10


10º*
                        ¿Quién Soy?                    ¿Qué Soy?

     Transcribir los preceptos que por medio de los siglos el Alma cada día vive en el hoy, renueva sutilmente lo que el diablo le quiere destruir creándole una caos en sus cuerpos mentales y emocionales repercutiendo en sus relaciones familiares y sociales.

     Cuando el Instructor de esta humanidad enseñó diciéndonos: Mis caminos no son vuestros caminos, ni mis Pensamientos, vuestros pensamientos. Los caminos son Las Leyes Divinas y Las Enseñanzas Eternas de la Verdad que el Creador hace llegar a sus Esencias Divinas en todos los mundos del Universo para que ellas siendo Fieles a sí mismas, desarrollen el Entendimiento de sus Almas en todas las Virtudes, que para cada Planeta han sido asignadas de acuerdo a la Ley de Evolución de sus Creaciones.
     Concretándonos a nuestro Planeta Tierra: la Vida que existe en él, el ser humano lo interpreta por lo que entienden que perciben sus sentidos por lo que siente, independientemente del grado de evolución de sus Almas. La inteligencia del hombre ya sabe que existe vida en los reinos inferiores mientras la Sabiduría ha enseñado siempre que la vida existe desde el momento de la Creación.
     Si contemplan una rosa puede aprehender de ella el origen divino de la Creación. Las facultades del Ser humano no van más allá de lo que perciben sus sentidos: la inteligencia humana no puede “ver” su perfume aunque pueda percibirlo. El rosal dentro de la Creación cumple la Ley de la evolución para con su reino; sin embargo, el ser racional alejado de sus caminos  de los pensamientos de las Enseñanzas para su Alma, desarrolla su inteligencia humana impidiéndole recordar ésta que hace millones de años vivió en ese mismo Reino. La fragancia de la rosa es la belleza de su vida, la chispa divina que pendiendo de su tallo recibe la vida de la Creación que nace desde sus raíces; Amor Divino; Creación Eterna; Amor que vive y da vida a este Planeta.

     La desorganización que sufre la humanidad es porque no existe una Cultura de su Alma. No hay clases para que los alumnos puedan aprender los pasos de sus vidas, ni asignaturas en las Universidades que obliguen a una nota de la comprensión de sí mismos. Ni las religiones se entienden para llevar al fortalecimiento de las Almas de los humanos. Todo gira sobre el Ego o Yo humano perdiéndose en la astucia de los que dirigen el mundo en los cuerpos humanos. Este desorden es porque se alejan de su verdadero Sentir (su Alma) apartándose a sí misma del Orden de la Creación; ilógicos razonamientos, les hacen pensar que son superiores al reino vegetal, exteriorizando (con sus comportamientos) los efluvios que emanan de sus rencores, odios y venganzas, sus orgullos, soberbias, envidias y calumnias; los deseos de sus vanidades, que pensando estas energía por si mismas, van destruyendo sus cuerpos físicos, impidiéndoles que el perfume de las Virtudes de sus Almas armonicen por medio de sus palabras y de sus comportamientos, la divinidad en la fidelidad a la enseñanza: “Mis caminos no son vuestros caminos ni mis pensamientos vuestros pensamientos” para que la humanidad fuera superior incluso al reino animal.

     Mientras la rosa y el reino vegetal reciben la vida embelleciéndose por la luz de la Creación en este Planeta, ¿cómo es posible que el Alma, poseyendo la Vida de su Yo Superior o Espíritu de su Verdad, desobedezca en su Libre Albedrío la Ley Divina, 

No hay comentarios:

Publicar un comentario